Independentismo: de la gloria al purgatorio
Me cuentan que la ex monja Teresa Forcades, días atrás, habló con Dios, el de verdad, el de arriba -no confundir con el de la plaça Sant Jaume- para decirles que está aburrida de ese Dios menor, que está cansada de ser buena, que quiere pecar. Para recuperar tiempo perdido y ponerse al día, se va a dedicar profesionalmente a la política que, como es notorio y conocido por todos, reúne todos los pecados capitales.
Ese Dios al que ella se dirige en su salutación en las redes, y que, curiosamente, está escrita en catalán, euskera y francés pero no en español, ha aceptado su petición por estimar que hay un conflicto de intereses. A Él le gusta que le hagan caso, que le consideren, y, ella, no está por la labor; a la unión antepone la separación; al respeto, la intolerancia; al amor, el rencor.
Artur Mas está que trina. Las pretensiones de la monja díscola pone en peligro la “llista del President”; de hecho, la fulmina. Discutido por Iniciativa, por ERC, incluso por Unió, sólo le faltaba una monja anticapitalista que pregonara a los cuatro vientos que “s’ha de fer la independència sense CiU “. Menos mal que al President siempre le quedan las CUP y Pilar Rahola. La columnista de la cabecera líder en subvenciones le ha dedicado una columna a la monja irreverente. En ella, lamenta Rahola que Forcades desprecie a miles y miles de ciudadanos que han votado a CiU al tiempo que duda de su poso democrático. Resulta curioso que Rahola repare ahora en lo injusto que resulta despreciar a miles, cientos de miles de ciudadanos pues ellos mismos lo hacen a diario con la mayoría de catalanes no independentistas. Y de qué manera.
Todo lo cual me reafirma en mis sospechas : en el último año, el independentismo catalán ha pasado de la gloria al purgatorio, del éxtasis al estancamiento.
José SIMÓN GRACIA
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